Este martes en La Plata, dos adolescentes de 14 y 16 años fueron arrestados tras intentar robar una motocicleta en una remisería. Según informó la policía, el propietario del establecimiento, situado en la intersección de las calles 66 y 144, observó a los jóvenes intentando sustraer una Mondial 250 HD de color azul metalizado y les ordenó que se marcharan. Los adolescentes escaparon saltando un muro de aproximadamente dos metros, pero no lograron ir muy lejos. El dueño del negocio, un hombre de 61 años, llamó al 911 y proporcionó una descripción detallada de la vestimenta de los sospechosos. Agentes de la Comisaría 3ª de la Policía Bonaerense los detuvieron a pocas cuadras del lugar.
Entonces, comenzó la requisa en la vereda. A uno de los ladrones le encontraron un arma de fabricación casera. Ni siquiera era una pistola tumbera propiamente dicha, sino dos tristes caños atados con cinta aisladora, una cosa enclenque, deforme.
Sus padres fueron contactados poco después. “Déjenlos ahí”, dijeron, hartos. Ante la negativa de los padres, los permanecieron en la Comisaría 3°, a la espera del Servicio Zonal de Niñez y Adolescencia. El chico de 14 salió de inmediato, dada su edad. S.C es un habitué de la Comisaría 3° del centro platense: ya fue detenido diez veces allí en lo que va del año en esa dependencia, por delitos como tentativa de robo, tentativa de hurto con escalamiento. A mediados de mayo, el chico, oriundo de Los Hornos, había entrado en la casa de un vecino para robarle su Renault Megane. En todas esas ocasiones que cayó, sus padres fueron a buscarlo a la comisaría solo una vez. Pero en todo caso, el chico de 14 es solo uno de tantos.
“Detenemos a chicos así todas las noches, por los mismos delitos. Rompen vidrieras para robar comida, saquean kioscos, entran en edificios y casan y se llevan bicicletas, motos. Entran y salen. Muchos están en situación de calle”, asegura una fuente policial de alto rango en la zona, chicos analfabetos que juegan en una liga del delito platense donde se mezclan motochorros, escruchantes de casas y especialistas en entraderas, cafishos y transas de cocaína.