Desde hoy el uso del barbijo en la Ciudad de Buenos Aires dejó de ser obligatorio en espacios al aire libre, siempre que no haya aglomeraciones de personas. La decisión del Gobierno porteño se vio reflejada en las calles con más personas sin tapabocas a pesar de que son muchos los que aún prefieren llevarlo.
Tampoco tendrán que llevarlo los alumnos en los recreos de las escuelas. La resolución fue tomada a partir de una «evolución favorable» de la situación sanitaria del coronavirus y por el avance del plan de vacunación que alcanzó al 70% de la población con dos dosis en el distrito.
De todos modos, la utilización del tapabocas permanecerá vigente en lugares cerrados y en los abiertos donde haya concentraciones de personas.
En cuanto a su uso en la escuelas, se permitirá a los alumnos que se lo quiten cuando salgan a los recreos escolares y al momento de realizar actividades al aire libre en los patios de los establecimientos; pero en el aula deberán tenerlo colocado.
Otra de las medidas que rigen desde este miércoles en la Ciudad contempla la eliminación de la toma de la temperatura que se efectuaba a la población antes de ingresar a espacios cerrados como escuelas o locales comerciales.
Por último, en el transporte público se retiró la restricción en torno a la capacidad máxima de pasajeros establecida para trenes, subtes y colectivos. Pero, al tratarse de espacios cerrados, se mantendrá vigente el uso del tapaboca y, a modo de recomendación, tener las ventanillas abiertas para optimizar la ventilación.