Este jueves se confirmó el fallecimiento de Lía Crucet, conocida como La Reina de la Bailanta. La cantante, de 72 años, dejó un legado imborrable en la música popular tras enfrentar complicados problemas de salud durante varios años.
Crucet se encontraba transitando un cáncer bronco pulmonar y una demencia frontotemporal. Razón por la que, en estos últimos años, vivía en un geriátrico alejada de los focos y escenarios que la hicieron brillar.
La querida artista fue despedida en su cuidad de residencia, Mar del Plata. Se dio a conocer, por Gaby Gonzales, que “su deseo era que sus cenizas las tiraran al mar, ese era su deseo”.
Su hija, Karina Crucet, invitó, a través de las redes, a “quienes quieran despedir a mi mamá, el velatorio será mañana (viernes 29) a las 9 en Avenida Luro y Olazabal, Mar del Plata”. En Desayuno Americano (América), despidió a su madre desde la puerta de la casa velatoria.
“Cuando era chiquita y vivíamos en Chile, a eso de las siete de la tarde me agarraba una tristeza y le preguntaba: ‘Mamá, ¿vos nunca te vas a morir?’ Y ella me decía: ‘No, mami, yo nunca me voy a morir’. Esas cosas se me reflejan ahora”, confesó Karina en el programa de América.
El amor de la gente se hizo presente frente a tal triste noticia, la hija de la cantante afirmo que “sé que le gustaría que la despidan todos sus fans, la gente que la quería. Y son muchísimos, yo no sabía que era tanta, tanta gente”.