El 1 de julio de 2024 se cumplirán 50 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, el destacado líder del Partido Justicialista y expresidente argentino. Nacido el 8 de octubre de 1895 en Lobos, Buenos Aires, Perón dejó un legado significativo al devolver la esperanza a los trabajadores y reintegrarlos activamente en la política nacional.
La vida de Perón tiene altos y bajos, pero su carrera política comenzó a gestarse el 27 de noviembre de 1943 con la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión en donde implementó medidas que beneficiaban a los sectores vulnerables. Los obreros, que venían de sufrir las atrocidades de la oligarquía, se vieron favorecidos por nuevas leyes.
Leyes que no eran un regalo sino un derecho que les habían quitado los sectores económicos concentrados. El 8 de octubre de 1945, el gobierno de facto en manos de Edelmiro J. Farrell y el Ejército, obligaron a Perón a que presente su renuncia a todos sus cargos políticos ya que ganó el amor por la sociedad.
En consecuencia, el 17 de octubre se realizó el movimiento de personas trabajadoras más importante de la historia Argentina en apoyo a Juan Domingo Perón y se lo denominó el “Día de la Lealtad”. Día que hasta hoy continúa vigente.
El gobierno autoritario se vio encerrado con sus medidas y convocó a nuevas elecciones para 1946, con un dato pequeño, no se tenía que presentar Perón como principal candidato de una lista. Acorralados y sin fronteras, permitieron que el líder del PJ encabece un partido.
Tras la victoria con un porcentaje del 52%, su primer mandato fue desde 1946 hasta 1951. El primer gobierno peronista destinó políticas del Estado de Bienestar que incluían a los obreros, les brindaban derechos y apostaban al crecimiento industrial. Con este gobierno nace el Plan Quinquenal que aumentará la calidad de vida de los trabajadores.
Su segundo gobierno pasó de 1952 a 1955, mandato que no llegó a cumplirse por la interrupción del golpe de Estado y el bombardeo en la Plaza de Mayo. Por último, tuvo un breve tercer mandato entre 1973 y 1974 en donde se culmina por su muerte el 1 de julio en la Quinta Residencial de Olivos.
El peronismo está en la memoria de los menos pudientes, de los que menos esperanza de vida tienen, pero sobre todo, está en la memoria de todos y todas las que luchan por los derechos humanos de cada trabajado en el que hoy se ven en peligro.