En el momento que comenzaban a crecer los casos de COVID19 en el país, sobre todo en el territorio bonaerense a mediados de abril, el gobierno decidió poner en marcha la llamada “Operación Shangai” que se trató de 32 vuelos y 8 buques que arribaron desde China con respiradores y elementos de protección para el personal de salud.
El primer arribo de los 32 vuelos que llegaron fue el 18 de abril con 5 millones de barbijos descartables, 782.075 barbijos KN95, 315 mil antiparras, 54.998 cajas de guantes descartables por 100, 219.990 overall, 129.982 máscaras faciales, 556.750 batas de aislamiento, 10 mil termómetros infrarrojos, 800 mil kit de hisopos Dracon y 228 respiradores artificiales.
Tras de eso, el primer buque de ocho que llegó a nuestro país fue el 1° de julio desde la ciudad china de Shangai con 8.515.796 barbijos descartables, 2.007.800 barbijos KN95, 83.582 antiparras, 411.210 cajas de guantes descartables por 100, 218.475 overall, 668.200 máscaras faciales y 1.300.000 batas de aislamiento.
La subsecretaria Técnica, Legal y Administrativa del ministerio de Salud bonaerense, Victoria Anadón, aseguró que “La adquisición de los insumos críticos de protección personal y de respiradores de China fue una decisión del gobernador Axel Kicillof que implicó un trabajo coordinado de todo el gabinete de trabajo de la Provincia de Buenos Aires junto al gobierno nacional y nuestra línea de bandera, Aerolíneas Argentinas”.
“Una vez que se logró esta adquisición en gran cantidad y calidad, los esfuerzos de la Provincia se centraron en la estrategia sanitaria y bajamos notablemente los contagios entre los equipos de salud” remarcó Anadón y concluyó: “Estamos muy satisfechos por el esfuerzo y los resultados de la Operación Shangai y creemos que ésta es la forma de que el Estado pueda utilizar sus recursos para hacer frente, en este caso, a una pandemia como la que estamos aún hoy estamos atravesando”.
La “Operación Shangai” significó la apertura de una nueva ruta para abastecer al país de elementos indispensables durante la etapa de mayor incremento de casos de COVID-19 y aún hoy esos elementos se están utilizando para protección y tratamiento de todo el personal sanitario y de los pacientes afectados por el virus pandémico.